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El sábado 6 de abril falleció en Barcelona, a los 91 años de edad, la doctora Rebeca Grinberg.

Nacida en Buenos Aires (Argentina) en el año 1922, hija de padre maestro y madre profesora de música, arropada por unos valores educativos donde la cultura y la educación fueron considerados de gran importancia y que estimularon su disposición al estudio y su vocación por la docencia.

Desde muy joven mostró siempre un interés hacía el conocimiento del psiquismo humano. Dado que en aquella época no existía aún la Facultad de Psicología se decantó por el estudió de filosofía y letras. Pero, diversas circunstancias la hicieron cursar su formación en la Facultad de Farmacia, más tarde se doctoró en Bioquímica.

Cuando tuvo conocimiento de que se había fundado la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y tan pronto como le fue posible, comenzó su análisis personal con Henry Racker, prestigioso psicoanalista vienés que se vio obligado a abandonar su país natal perseguido por el régimen nazi, instalándose finalmente en Buenos Aires.

Su historia personal y profesional estuvo vinculada a León Grinberg desde muy temprana edad. Se casaron, tuvieron dos hijos (Daniel y Alberto) y permanecieron juntos durante toda su vida.

Su recorrido profesional estuvo siempre muy ligado al de su marido, quien ya había empezado su formación años antes como médico, se había analizado con Marie Langer y que contaba con una brillante carrera profesional en la Asociación Psicoanalítica Argentina, donde ejerció la función como analista didáctico y fue elegido presidente por tres periodos.

Con su esposo, se interesaron particularmente por la transferencia y la contratransferencia y colaboró también en el desarrollo de la noción de contraidentificación proyectiva.

Sus trabajos en equipo sobre la obra de Sigmund Freud, Melanie Klein, Donald Winnicott, Wilfred Bion y Donald Meltzer, es uno de los más accesibles y más claros sobre nociones complejas, no siempre fáciles de abordar.

Inspiró a numerosos analistas kleinianos y era muy conocido en Francia, particularmente por su participación en numerosos congresos Latinoamericanos y Europeos.

Cuando terminó su formación en la APA continúo su aprendizaje en la teoría y técnica de juego en el análisis con niños de los estudios realizados por Melanie Klein a través de las enseñanzas de Arminda Aberastury, con quién participó en un grupo de estudios y supervisión clínica dirigido por esta misma durante varios años. Tiempo después se integró desde su fundación en la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APdeBA).


Su especialidad se orientó como psicoanalista de niños, campo en el que investigó ampliamente acerca de la compleja problemática de los hijos, sus padres y familias.

En 1973 y 1975 residieron en Israel, donde León Grinberg fue invitado como Visiting Profesor por la Universidad de Tel Aviv y entre otras actividades Rebeca dictó seminarios teórico–clínicos en el Hospital de Tel Hashomer.

Instaurada esa cruel y despiadada dictadura en Argentina, provocó el exilio de ambos en 1976 hacía Madrid, donde estuvieron residiendo durante 19 años. Allí desarrollaron unas muy prolíficas actividades en la Asociación Psicoanalítica de Madrid (APM). Rebeca Grinberg introdujo el psicoanálisis de niños que más tarde se integró en el estudio de la formación del psicoanálisis en la APM.

Su producción bibliográfica compartida en varias publicaciones con León Grinberg es prolífica, muy cualificada y de un valor inestimable, traducida a varios idiomas. Cabe mencionar además sus múltiples trabajos publicados en distintas revistas psicoanalíticas y diversos libros como:

Culpa y depresión en el cual es de destacar el capítulo de “El duelo en los niños”.
Identidad y cambio
Psicoanálisis de la emigración y del exilio

En 1995 se trasladaron a Barcelona donde residían sus dos hijos con sus familias. Aquí continuaron la excelencia de su labor. Lamentablemente en el 2007 León Grinberg falleció tras varios años de su residencia en nuestra ciudad.

Es digno de mencionar la admirable, constante y afectuosa dedicación a su cuidado, que Rebeca Grinberg realizó junto con su familia en todo momento durante los años de su larga enfermedad, producida por un ictus cerebral.

Rebeca Grinberg fue siempre un modelo a seguir, tanto como profesional del psicoanálisis, como también es de gran importancia destacar sus cualidades personales que siempre fueron de admirar.

Era ante todo una persona sincera, íntegra, bondadosa, inteligente y dotada de valores éticos y solidarios.

Es de destacar el legado ejemplar que como ciudadanos y psicoanalistas han dejado a sus analizados, discípulos y compañeros de nuestra profesión.

Para terminar este homenaje personal que escribo no solo como colega sino también en relación a una larga amistad que mantuvimos durante cincuenta años con “Rebe”, León y nuestras familias deseo que en los años venideros su trayectoria tanto profesional como personal perdure en el tiempo.

Además quiero agradecer muy especialmente al Consejo Editorial de la revista digital TEMAS DE PSICOANÁLISIS de la Sociedad Española de Psicoanálisis el privilegio y el gran honor de invitarme a escribir este texto.

 

Valentín Barenblit
Psiquiatra. Psicoanalista, miembro de la IPA.
Correo electrónico: 12887vbg@comb.cat