Los días 20 y 21 de junio de 2023 se celebró en la Facultad de Psicología de Sevilla un seminario titulado La Transmisión de la memoria de la dictadura en España. Recuperando las memorias familiares y colectivas. Estuvo promovido, desde el Departamento de Psicología Experimental, por Manuel de La Mata Benítez, catedrático de Psicología Experimental de la Universidad de Sevilla, y María Lojo Ballesta, Doctoranda en Psicología por la Universidad de Sevilla. El primero tiene entre sus temas de investigación la relación entre las actividades socioculturales y los procesos mentales y la construcción narrativa de la memoria autobiográfica y colectiva. La segunda es autora de una tesis que se titula “Memoria de la Dictadura. La construcción del yo en escenarios sociohistóricos”.
Este seminario estuvo abierto a la ciudadanía, asociaciones y comunidad universitaria. En él, expusieron sus trabajos e investigaciones psicólogos, sociólogos, antropólogos forenses e historiadores. Algo novedoso y fundamental fue la participación activa de familiares de desaparecidos y represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura, todos ellos pertenecientes a la Asamblea de Familiares y Asociaciones de Memoria “Plaza de La Gavidia”.
Las reivindicaciones de esta asociación, ahora con el soporte inestimable de la Ley de Memoria Democrática de 2022, son: la exhumación de las fosas comunes, la identificación genética a través del cotejo con el ADN de los familiares y enterrar dignamente a los familiares a fin de facilitar la elaboración de los duelos. También se trabaja para eliminar los símbolos en honor de militares y personajes franquistas (placas, esculturas, nombres de calles) muy numerosos aún en la ciudad, además de la investigación y localización de niños robados.
Esta asociación, cuyo lema es Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no repetición, lleva 15 años reuniéndose cada último sábado de mes en la Plaza de la Gavidia de Sevilla. Los encuentros se realizan en esta plaza porque allí está ubicado el que fue cuartel general (ahora dependencias de la Junta de Andalucía) de Gonzalo Queipo de Llano, desde donde hacía sus famosas proclamas. Además, esta plaza es contigua a otra en que estuvo la Jefatura Central de la Policía, lugar de represión y tortura durante la dictadura.
El seminario fue inaugurado por Francisco Medina, decano de la Facultad de Psicología, y José Tenorio, presidente del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental (COPAO). Ambos transmiten el apoyo institucional, así como la importancia de la celebración de este seminario sobre un tema tan importante y sensible. Destacan la participación interdisciplinar y la presencia de herederos de las víctimas.
Entre los contenidos tratados estuvieron la “Transmisión intrafamiliar de la Memoria de la Dictadura”, que estuvo a cargo de Ruth Sastre Sánchez, licenciada en historia por la UAM que ha trabajado en temas de cooperación y educación internacionales, justicia transicional y reconciliación postconflicto. Se refirió al análisis de recuerdos y representaciones del pasado transmitido por las víctimas a las generaciones que no vivieron los acontecimientos y que es transmitida como memoria ancestral silenciada. La tercera y cuarta generación son, actualmente, los protagonistas de la recuperación de la memoria.
Otra ponencia versó sobre la “Enseñanza de la historia y transmisión de la memoria de la Dictadura”, dictada por Alberto Rosa Rivero, catedrático del Departamento de psicología Básica de la Universidad Autónoma de Madrid, docente de Historia de la Psicología, Psicología Cultural y Psicología del Desarrollo de Sujetos con Necesidades Especiales. Reflexiona sobre las concepciones psicológicas y la noción de ciudadanía y sobre cómo nos posicionamos y actuamos ante cuestiones cívicas y políticas. En relación con la memoria colectiva, establece la relación entre las representaciones del pasado, la cultura personal y la identidad nacional.
En “Memoria de la Dictadura y Memoriales. El papel de los memoriales en la creación de una memoria democrática de la dictadura”, Ignacio Brescó de Luna, Doctor en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, hace referencia a los contenidos vinculados a la memoria colectiva y la identidad, así como la mediación narrativa del recuerdo.
Respecto a “El papel de la Psicología en el proceso de recuperación de la memoria democrática”, Mª del Valle Laguna Barnes, psicóloga clínica, expuso una comunicación titulada “La transmisión transgeneracional de situaciones traumáticas: Papel de la Psicología en el proceso de recuperación de la Memoria Colectiva de la dictadura”. En la comunicación se describe el proceso, evolución y elaboración de los traumas (provocados por violencia política) desde la primera generación regida por el silencio hasta el reconocimiento del trauma colectivo y el pasaje a la memoria colectiva.
En la intervención sobre “Aspectos metodológicos y éticos en la investigación cualitativa. Encuentro con participantes en este estudio sobre la memoria de la dictadura”, Marcela Cornejo Cancino, directora del Departamento de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y María Lojo Ballesta, presentan un valioso trabajo de investigación en el que se describen las memorias de la dictadura y su transmisión dentro de la familia. En él realizaron entrevistas a tres generaciones de dos familias distintas y con diferentes ideologías; la primera generación vivió el franquismo, la segunda la transición y la tercera nació en democracia. Cada entrevistado ofreció narrativas diferentes según la generación, el género y la ideología.
Como se ha mencionado anteriormente, fue relevante la participación activa de los familiares de víctimas, ya que después de cada comunicación siempre participaban uno o dos herederos de víctimas que recordaban los nombres de sus familiares represaliados, narraban sus historias de vidas truncadas, así como el dolor por no poder honrar a sus muertos y darles cumplida sepultura. Así mismo (al igual que hacen en todas los eventos vinculados a la Memoria Histórica), los familiares portaron las fotos ampliadas en soporte madera de sus víctimas desaparecidas, fotografías que estuvieron colocadas ante el público durante todo el seminario. Algunos testimonios conmovedores y que reflejan la magnitud de la represión de la dictadura son:
—Un nieto (tercera generación) que busca a su abuelo perteneciente a la Columna Minera de Riotinto (Huelva) que acudió a Sevilla para ayudar al gobierno legítimo de la República y que a la entrada a la ciudad las tropas de Queipo de Llano los fusilaron.
—Otra participante da cuenta de la desaparición de un familiar de la generación de sus abuelos y narra con viveza y emoción como desde muy pequeña vivía el estado de terror que le transmitían sus padres sin comprenderlo, ya que solo había silencio y miedo.
—Una mujer describe la desaparición de tres familiares, abuelo y tíos, abuelos, la incautación de la vivienda y propiedades familiares, la precariedad, así como la certeza de un bebé robado.
—Un chico joven (cuarta generación), habla en representación de su abuelo, de casi 90 años, al que ayuda a buscar a su padre. Esta persona, ya muy mayor y enferma, es de las pocas víctimas vivas de la segunda generación.
Todos estos familiares creen que los cuerpos pueden estar entre los recientemente exhumados de la Fosa Pico Reja, pero aún no se ha podido cotejar el ADN, ya que los trabajos del Instituto Anatómico Forense de Granada están casi paralizados desde que Andalucía está gobernada por el PP.
Debido a que se acercaba el 50 aniversario del golpe militar en Chile y a la recientemente finalizada exhumación de la Fosa Pico Reja en el cementerio de Sevilla, una ponencia que interesó de forma especial fue “La búsqueda de las víctimas de las dictaduras en Chile y en España”. Los ponentes fueron Marcela Cornejo Cancino, directora del Departamento de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y Juan Manuel Guijo Mauri, arqueólogo y antropólogo forense, miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y director de los trabajos de exhumación de la fosa común de Pico Reja del cementerio San Fernando de Sevilla. Marcela Cornejo en sus interesantes trabajos sobre la dictadura y postdictadura chilena, investiga sobre el trauma psicosocial asociado a la violencia política y sobre los procesos individuales y colectivos del trabajo psicológico del trauma.
Ante la próxima conmemoración de los 50 años del golpe militar de Pinochet, rememora los 17 años que duró la dictadura chilena, desde 1973 hasta 1990 y a los 1.469 desaparecidos. Plantea el trabajo de memoria como un proceso integral y como construcción social. Sostiene que el acto de recordar no es esencialmente individual sino colectivo, ya que se construye desde relaciones sociales que implican la constitución de identidades y nexos con otros. Narra que cuando Pinochet disolvió el Comité de Cooperación de la Paz que se ocupaba de prestar asistencia social y legal a las familias de detenidos, fue sustituida por la Vicaría de la Solidaridad, organismo creado por la Iglesia Católica de Chile (el dictador no iría contra ella) con la función de prestar asistencia a las familias y víctimas de la dictadura militar chilena. Desempeñó un papel muy importante e hizo un enorme trabajo que la convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos humanos y de denuncia de los atropellos del régimen.
Manuel Guijo advierte en su intervención sobre el peligro de convertir en arqueología las exhumaciones donde hay víctimas del franquismo, ya que aunque haya un aspecto pericial y se tengan que emplear protocolos y metodología científica, debe estar presente la empatía y la consideración de que el pilar central de una exhumación de este tipo es la víctima y situar asimismo en el centro de la exhumación a las familias y a los colectivos que han luchado tanto tiempo para que esto se lleve a cabo.
Aunque la exhumación de Pico Reja ha estado patrocinada fundamentalmente por la anterior corporación del Ayuntamiento, destaca que la mayoría de las exhumaciones de fosas de la dictadura no habrían sido posibles sin el empeño de los familiares de represaliados, las asociaciones memorialistas y la investigación académica. En esta fosa, cuyos trabajos finalizaron hace unos meses, se extrajeron 1.786 víctimas. Informa de que en Andalucía hay 670 emplazamientos (fosas y cunetas) y más de 45.000 víctimas, de las cuales cree susceptibles de recuperación entre 10.000 y 15.000, más de 30.000 no serán posibles recuperarlas. Termina su exposición refiriéndose al grado de negación de la Sociedad y a la imprescindible participación de las administraciones y la sociedad civil.
Mesa redonda de conclusiones
Se destaca la intensa impregnación del franquismo existente aún en España, con identificaciones muy arraigadas a esta ideología. Se comenta la actualidad de los procesos de negación de la historia ocurrida y el vacío narrativo creado sobre lo que no se le pudo poner nombre.
También se incide en la constatación de que el trauma sigue vivo aunque modificado, en las dificultades para elaborar los duelos sin la recuperación de los cuerpos y la importancia de acelerar las exhumaciones e identificaciones, ya que no sobreviven apenas personas de la segunda generación y los de la tercera tienen una edad avanzada.
Respecto a proyecciones de futuro, dada la preocupante falta de concienciación de la sociedad acerca de este tema, se propone la necesidad de trabajar con la población en general, organizar grupos para la concienciación y comenzar las reivindicaciones con base en los derechos humanos como principios universales. Se destaca también el valor de los símbolos y la creación de “lugares de memoria”.
Queda patente la importancia y valoración de la celebración de este seminario interdisciplinar en la Facultad de Psicología y se establece el compromiso de seguir trabajando con las Asociaciones de Memoria para que esta iniciativa tenga continuidad.
Mª del Valle Laguna Barnes,
Psicóloga clínica, psicoanalista.
Miembro de la Asociación Memorialista “La Gavidia”.