Fotografía de Cristina Nofuentes
El pasado 15 de diciembre nos dejó nuestro querido y admirado Víctor Hernández Espinosa (Tortosa, 1933-Barcelona, 2022), maestro de psicoanalistas y psicoterapeutas, clínico sobresaliente, persona de humor fino y mirada amplia y atenta.
Tuvimos la suerte de poder realizar una entrevista con él en el número siete de Temas de Psicoanálisis, [ENTREVISTA A VÍCTOR HERNÁNDEZ ESPINOSA | Temas de Psicoanálisis (temasdepsicoanalisis.org)] donde da detalles muy valiosos de su trayectoria personal y profesional, así como de sus principales ideas en relación con el psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica.
Víctor Hernández era un pensador profundo, que estudiaba y pensaba una y otra vez en los conceptos clave de la práctica analítica (encuadre, interpretación, proceso analítico, focalización, etc.), huyendo siempre del dogmatismo y la rigidez porque eran extraños a su personalidad. Decía que para transitar por la vida se requieren dos sentidos fundamentales, el sentido del humor y el sentido común. Para él, el sentido común aplicado a la clínica, se adquiere por la experiencia de la vida a partir de la relación personal y directa con los seres humanos que sufren. Este valor de la experiencia se complementa con la capacidad de observación, algo que, según contaba, adquirió ya en su período de estudiante en la cátedra de Medicina Interna del Dr. Soriano: observar y dejarse impresionar por lo observado.
Víctor Hernández se comprometió a fondo con su quehacer clínico, ya fuera como médico rural o después como psicoanalista. Le gustaba denominarse —o decía sentirse— psiquiatra y psicoanalista con alma de médico a la cabecera del enfermo. Cuando pasó a ser miembro de la Sociedad Española de Psicoanálisis, su compromiso con la institución le llevó a ser Secretario de la Junta de la SEP durante seis años y posteriormente Presidente, donde siempre trabajó para hacer una SEP más abierta hacia adentro y hacia afuera. Animó e impulsó la Revista Catalana de Psicoanàlisi, así como la revista digital Temas de Psicoanálisis, y participó activamente en iniciativas destinadas a enseñar la práctica de la psicoterapia de base psicoanalítica.
Autor de numerosos artículos, algunos dedicados al tema del narcisismo, otros a la psicoterapia focal y breve, también publicó dos libros, el primero, poco conocido, en 1977, ¿Qué son los celos?, el segundo, en 2013, La Psicosis.
Su larga actividad como docente y supervisor permitió que varias generaciones de psicoterapeutas y psicoanalistas recibiéramos su estímulo y comprensión clínica, y también apoyo, calidez y cercanía, lo que le ha convertido en una figura única y entrañable. En sus largos silencios, parecía oírse el funcionamiento de su mente libre y sabia, luego decía… “No hagáis caso de lo que diré, pero creo que…”, y recibíamos otra lección de libertad de pensamiento y sabiduría. A esta tarea de maestro y supervisor se dedicó con entrega y generosidad hasta días antes de su fallecimiento. Hemos elegido esta fotografía para reflejar este gesto tan suyo, donde vemos al Dr. Hernández pensando mientras supervisaba, con un vaso de plástico delante como siempre, aunque no podamos ver su lápiz azul y rojo con el que señalaba el material. El lápiz rojo y azul está con nosotros junto a su recuerdo.